No quería saber nada ni de papá Noel ni de los reyes magos.
Mientras tanto, en el polo norte papá Noel estaba desesperado, al igual que los reyes magos, porque cada vez que llevaban un regalo a la casa de Carlos los tiraba a la basura. Pensaron y pensaron día y noche hasta que a Melchor se le ocurrió una idea.
- Los padres tendrán que colaborar - dijo el rey mago -. Tendrán que darle una charla sobre el esfuerzo que requiere hacer un regalo y nosotros le daremos algo que de verdad necesite.
- ¿Pero, qué? - Dijo Gaspar
Más tarde, en la casa de Carlos...
- ¡María! Acaba de llamar papá Noel para comentarnos algo.- Dijo su padre - Ha dicho que tenemos que darle una charla a Carlos sobre el esfuerzo que requiere hacer un regalo, además quiere que le digamos algo que Carlos necesite de verdad.
- ¡Una camiseta de baloncesto! - Exclamó la madre de Carlos
- Buena idea María
- Carlos - Dijo la madre - Papá Noel se esfuerza mucho haciendo los regalos. Tienes que aceptarlos por muy malos que sean- Dijo con un tono serio.
La noche pasó volando y Carlos fué el primero que se levantó. Vió un gran regalo en su salón, lo abrió y allí estaba; la camiseta de baloncesto. Ese regalo le hizo tan feliz que decidió no volver a tirar ningún regalo nunca más.
Papá Noel y los reyes magos se pusieron contentísimos porque por fin habían dado en el clavo con el regalo.
FIN
CUENTO REALIZADO POR
AARÓN Y
ALBERTO
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