Érase una vez un glorioso día de navidad muy especial, donde sólo había felicidad, alegría, amor, familia, …

Había otro niño paseando fuera de la casa, él se llamaba Richard y sus padres habían muerto hace poco, lo había perdido todo menos la esperanza y la ilusión.
Los padres del niño, que por cierto se llamaba Henry, Henry Patterson, ya no sabían qué hacer hasta que se les encendió la bombilla:
- ¡Papá Noel!! - Dijeron los padres
- ¿¡ Qué pasa?! - Dijo Papá Noel
- Henry está siendo lo que no debe ser, por favor, ¡ayúdanos!
- Está bien, está bien - Replicó - Haré lo siguiente: hay un niño fuera de la casa que se llama Richard, es huérfano, lo ha perdido todo menos la esperanza y la ilusión. Los intercambiaré por la noche y cada uno se despertará en otro lugar, le haremos pasar por vuestro hijo a el huérfano y el huérfano por vuestro hijo, ¿Qué os parece? - Dijo Papá Noel
- Aaaah ¡buenos días papá y mamá!¿¡eeeh?!
- Aaaah ¡¿eeeh!? pe pe pero ¡¿ En dónde estoy!?
- Hola - dijeron los ‘supuestos padres’ de Richard - Esta va a ser tu casa durante dos días
- ¡¿Dos, dos días!? - Tartamudeó -
- Sí, espero que te lo pases bien
- Gra gra gracias
El niño Henry estuvo todo el día pensando. Vio que no podía ser así y decidió recapitular. Llamó a la puerta y le contó todo lo que pensaba a su madre.
El niño huérfano decidió irse porque él ya se había dado cuenta y entonces el huérfano pensó que él estorbaba allí.... y al contrario, al final le adoptaron y los dos niños fueron felices.
Fin !!
Trabajo realizado por: Almudena Sánchez y Zaida Rozalén
Trabajo realizado por: Almudena Sánchez y Zaida Rozalén
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